Discípulo de Van Loo, Luis Meléndez ha sido considerado el Chardin español por sus cualidades de gran bodegonista. Se documentan 44 bodegones para el Palacio de Aranjuez, fechados entre 1760 y 1772. En estas naturalezas muertas se recrea en la realidad cotidiana con un dibujo exigente y una valoración del volumen y de la luz. El bodegón que contemplamos está compuesto por dos besugos, dos naranjas, una cabeza de ajos, un almirez, una alcuza y una sartén, dispuestos los elementos sobre una mesa y un paño blanco, lugar donde firma y fecha la obra el artista. Su compañero es el Bodegón del salmón.
Luis Eugenio Meléndez, nació en Nápoles en el año 1716, fue conocido como "el Chardin hispano" a causa de la brillantez, recogimiento y vibración de sus pinturas. Pertenecía a una familia de pintores: era sobrino de Miguel Jacinto Meléndez e hijo de Francisco Meléndez, que contribuyó a la formación de la Academia de San Fernando. Luis, bien dotado para seguir la tradición familiar, estudió en el taller de Van Loo con éxito precoz y singular.
Fue seleccionado junto a otros doce compañeros por la junta preparatoria de la Academia e ingresó como alumno en la institución, pero fue expulsado a causa de los panfletos que su padre publicó en contra de la Academia en 1747. Esta expulsión no afectó a su formación como demuestra su autorretrato del Louvre, pintado un año antes, que delata la perfección y calidad de su arte, pero sí lo hizo respecto a su futuro, ya que cayó en desgracia ante los poderosos académicos y nunca pudo acceder a un puesto oficial bien remunerado.
Tras su expulsión, Meléndez viajó por italia; residió en Roma y en su Nápoles natal, donde trabajó para el futuro Carlos III. En 1755 volvió a España con la intención de ocupar un lugar como pintor de cámara, sin conseguirlo. En 1772 desapareció de la escena del arte y en 1780 falleció en Madrid.
Maribel Alonso Perez
14 junio 2011
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