jueves, 1 de septiembre de 2011

Raimundo Madrazo 1841 - 1920 Pintor español




Autorretrato

Raimundo de Madrazo - Raimundo de Madrazo y Garreta (Roma, 1841 - Versalles, 1920), es un pintor español realista del siglo XIX. Era hijo y discípulo del famoso retratista Federico Madrazo, cuñado del famoso Mariano Fortuny y nieto del notable pintor José Madrazo. Hoy, algunas de sus obras se encuentran expuestas en los mejores museos de Europa, como en el Museo del Prado.


Sus primeros maestros fueron su padre y su abuelo. Estudió en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde tuvo como maestros a Carlos Luis de Ribera y Carlos de Haes. Instalado en Madrid, completó su formación mediante viajes a París, a donde marchó en 1860, siendo discípulo del pintor León Coignet. Participó por primera vez en la Exposición Universal de ese mismo año.



Una carta de amor

Residió en París gran parte de su vida, siendo una figura destacada de la escuela de pintores españoles en París. Allí obtuvo la primera medalla y nombramiento para la Legión de Honor por su participación en la Exposición Universal de París de 1889.

En 1869 obtuvo algunos cartones para tapices de Francisco de Goya, entre ellos Perros y útiles de caza, que donó en 1894 al Museo del Prado, su emplazamiento actual.

Se relacionó con Mariano Fortuny, Martín Rico y Eduardo Rosales.

Estilo y obra

Los temas de su obra son fundamentalmente retratos, aunque tiene algunas pinturas con escenas de casacón, siempre alegres y optimistas. Está considerado uno de los más consumados retratistas de su generación y un digno sucesor de su padre Fedrico. Su realismo minucioso y elegante constituyó la clave de su éxito entre la clientela burguesa de su tiempo. Siempre con un completo dominio de la técnica y una delicadeza cromática de gran refinamiento, su obra gozó de un gran reconocimiento en Francia.

Estanque En los jardines

Del primer academicismo pasó después a una pintura más decorativa y fresca, continuando en cierto sentido la carrera de su cuñado Fortuny, por el realismo refinado trasladado a la tela a través de una sutil y estudiada gama cromática que alcanza cotas de maestría en las obras inspiradas en su modelo y amante Aline Masson, en que combina el efecto amable del motivo con el primor en la ejecución. Destacó también en el retrato, haciendo del género una de sus especialidades; no en vano su padre había sido un excelente retratista, de quien aprendió sin duda Raimundo, que añadió un toque personal al retrato elegante francés del Segundo Imperio el cual, en definitiva, hundía sus raíces en la retratística inglesa del siglo anterior.

Maribel Alonso Perez 
22 Junio 2011 

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