lunes, 10 de octubre de 2011

Retrato de Sonja Knips 1898 Gustav Klimt


Óleo sobre Tabla 140 x 140 cm.

Esta tabla fue una de las siete obras que Klimt presentó en la segunda exposición de la "Secesión" (1898-1899). Se trata de una pintura en un principio bastante convencional. La esbelta silueta de la joven, su elegante pose y el curso dado a su manto mullido crea una sensación halagadora digna de un retrato profesional. De hecho, Klimt ahora sacó la mayor parte de sus ingresos a partir de retratos de mujeres, y los clientes respondieron sorprendentemente bien a las representaciones de los menos ortodoxos que los estaba haciendo.

Esta mesa con su formato cuadrado y la composición en diagonal, anuncia atrevido aún más notable en los retratos de Fritz Riedler y Adele Bloch-Bauer. Afortunadamente para Klimt en Viena, había una serie de familias de clase media alta que han apreciado la novedad en el campo del arte, y nunca faltaba a los clientes. Sonja Knips era uno de sus grandes admiradores. Ella tenía varias de sus obras expuestas en la casa con el sabor que había construido por el arquitecto Josef Hoffmann.

Gustav Klimt (14 de julio, 1862 – 6 de febrero, 1918) fue un pintor simbolista austríaco, y uno de los más conspicuos representantes del movimiento modernista de la secesión vienesa. Klimt pintó lienzos y murales con un estilo personal muy ornamentado, que también manifestó a través de objetos de artesanía, como los que se encuentran reunidos en la Galería de la Secesión vienesa. Intelectualmente afín a cierto ideario romántico, Klimt encontró en el desnudo femenino una de sus más recurrentes fuentes de inspiración.

Sus obras están dotadas de una intensa energía sensual, reflejada con especial claridad en sus numerosos apuntes y esbozos a lápiz, en cierto modo herederos de la tradición de dibujos eróticos de Rodin e Ingres. Klimt se convirtió en un personaje muy notable en la alta sociedad vienesa, y estuvo relacionado de un modo u otro con los más notables círculos intelectuales del momento, en una época en la que Viena estaba dejando de ser la capital mundial del arte.

Maribel Alonso Perez
10 octubre 2011

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