martes, 29 de noviembre de 2011

Elisabetta Sirani 1638 – 1665 Pintora Italiana


Elisabetta Sirani
Autorretrato

Elisabetta Sirani (Bolonia, 1638 – Bolonia, agosto de 1665) fue una pintora italiana de estilo barroco y uno de los últimos representantes de la brillante escuela boloñesa del siglo XVII. Fue una de las primeras mujeres pintoras de proyección internacional, pero su prematura muerte con 27 años de edad truncó una carrera que pudo haber evolucionado hacia el barroco decorativo que abanderó Luca Giordano.

Hija de Giovanni Andrea Sirani, principal ayudante de Guido Reni, apenas hay datos sobre sus formación artística. Se supone que por su condición de mujer, Elisabetta no pudo acceder a una academia y tuvo de aprender únicamente en el taller paterno. Su escasa destreza en el dibujo anatómico se explicaría porque no se le permitió dibujar desnudos con modelos vivos.

Sirani se inició en la pintura hacia 1650, con el apoyo de su futuro biógrafo, el conde Carlo Cesare Malvasia, influyente crítico. Una de sus primeras obras fue el San Jerónimo en el desierto de la Pinacoteca Nazionale de Bolonia. Ya en 1657, con 19 años, se hizo pintora profesional, y más adelante llegó a gestionar el taller familiar. Cuando su padre quedó inválido por la gota, ella tuvo que mantener a su familia con su arte, y se cree que la necesidad económica le forzó a trabajar con singular rapidez.


Cleopatra



Prolífica, modesta en el trato y de reconocida belleza, Sirani alcanzó un temprano renombre en Europa. Su especialidad fueron las pinturas religiosas, de la Virgen con el Niño y la Sagrada Familia, que producía velozmente pero con un buen acabado. Su taller fue visitado por coleccionistas y curiosos llegados desde lejos, y entre sus clientes se cuenta al Gran Duque Cosme III de Médici.


La amplitud de la producción pictórica de Sirani ha hecho pensar en una participación masiva de ayudantes, ya que sus hermanas Barbara y Anna Maria eran también pintoras y tuvo por discípulas a más de doce mujeres, que llegaron a ejercer profesionalmente. La artista hizo demostraciones públicas en respuesta a quienes cuestionaban la autoría de sus cuadros.


En sus dibujos a lápiz y tinta, Sirani introducía fuertes contrastes de luces. Ejemplo de ello es su Caín matando a Abel del Castillo de Windsor. En sus pinturas, sin embargo, Sirani fue menos personal y suavizó el claroscuro con sombras tostadas, más en consonancia con la escuela boloñesa. Por lo general, sus composiciones son de formato medio y simples en cuanto a diseño, y mantienen un tono agradable y decorativo de indudable atractivo comercial.

La presencia de Sirani en colecciones españolas parece reducirse a una pintura en el Palacio de Liria de Madrid (colección de la Casa de Alba).

Sus obras destacadas son: Porcia hiriéndose en la pierna, Fundación Miles, Houston (EE. UU.); Autorretrato (1658, Museo Pushkin de Moscú); Judith con la cabeza de Holofernes (1658, Lakeview Museum of Arts and Science, Peoria); Alegoría de la Música (1659, Wallraf-Richartz Museum, Colonia); Retrato de Beatrice Cenci (1662, Galleria Nazionale d'Arte Antica, Roma); San Antonio de Padua adorando al Niño Jesús (1662, Pinacoteca Nacional de Bolonia); Virgen con el Niño (1663, National Museum of Women in the Arts, Washington); Judith con la cabeza de Holofernes (Museo Walters de Baltimore, EE.UU.); Cleopatra; Instituto Flint de Artes, Flint, Míchigan (EE.UU.); Virgen con el Niño, Quadreria dei Girolamini, Nápoles y Melpomene, musa de la Tragedia (National Museum of Women in the Arts, Washington)


Elisabetta tuvo una muerte temprana que sólo le permitió desarrollar una carrera de una década, en la que tuvo una producción de casi 200 obras. Tenía 27 años cuando comenzó a sufrir fuertes dolores estomacales que provocaron repentinamente su deceso. Su padre sospechó que había sido envenenada por una mucama celosa, a quien llevó a juicio, pero la muchacha fue absuelta. Una autopsia que se realizó ante testigos mostró varias úlceras perforadas en el estómago de Elisabetta. Hoy se cree que la presión bajo la cual trabajaba fue probablemente la causa de su enfermedad.

Su funeral fue realizado con grandes honores, con un catafalco representando el Templo de la Fama que contenía una estatua de la artista sentada frente a su caballete, en tamaño natural. Actualmente, los restos de Elisabetta y su maestro Guido Reni reposan juntos, en la Basílica de Santo Domenico de Bolonia.

Como legado, esta artista no sólo dejó sus obras. También tuvo el mérito de haber fundado una Escuela de Arte para mujeres a la temprana edad de 14 años, de donde surgieron varias pintoras profesionales, entre las cuales se encontraban sus dos hermanas menores, Anna María y Bárbara.



Espero que la información que he recopilado de esta pintora barroca italiana, os resulte interesante .

Maribel Alonso Perez
29 noviembre 2011

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