lunes, 23 de enero de 2012

Natalia Goncharova - Negaievo, 1881-París, 1962 - Pintora Rusa


Natalia Goncharova

Nací el 16 de junio de 1881, en el seno de una familia relativamente culta de la pequeña población de Nagayevo, en la provincia rusa de Tula. En 1891 mi familia se trasladó a Moscú, donde asistí a la escuela primaria. Cuando tenía diecinueve años de edad conocí al pintor Mikhail Larionov, con el que compartiría tanto mi vida personal como mi carrera. En 1901 emprendí mi formación artística asistiendo a las clases de escultura de la academia de pintura, escultura y arquitectura de Moscú, siguiendo las enseñanzas de Sergei Volnukhin y del príncipe Paolo Trubetskoi. Mi formación se prolongó hasta 1903, fecha en que dejé la academia y empecé a pintar por mi cuenta, aunque a veces bajo la tutela del pintor Konstantin Korovin y de su compañero, Larionov.


Cogiendo la cosecha

Mi talento no tardó en ponerse de manifiesto, pues en 1906 Sergei Diaghilev decidió incluir varios pasteles mios en la sección de arte ruso del Salon d'Automne de París. Mis primeras obras están impregnadas del espíritu popular ruso, aunque fraguadas en el lenguaje moderno que había aprendido de las vanguardias artísticas francesas, y en particular de Matisse y de Cézanne. Mis cuadros neoprimitivos, como el políptico de 1911 titulado Los evangelistas (San Petersburgo, Museo Ruso), se caracterizan por un ambiente sobrio e icónico, plasmado mediante formas geométricas.

Durante la primera década del siglo veinte, trabajé en el ámbito del arte ruso joven, realizando también ilustraciones de libros y diseños para vestuarios y decorados de teatro. Tras una serie de controvertidas exposiciones, entre las que cabe citar la individual que tuvo lugar en 1910 en la Asociación de la Libre Estética de Moscú, que provocó escándalo, me consagré, como pintora y como propulsora de mi teoría, al grupo La cola de caballo, surgido en 1911 a partir de una iniciativa de Larionov; entre los miembros se contaban figuras tan destacadas como Vladimir Tatlin y Kazimir Malevich.


El Bosque verde y amarillo

Más o menos por esa misma época mi talento empezó a tener resonancia en el extranjero; prueba de ello son las exposiciones en las que participé, tanto en Múnich (en la muestra de Der Blaue Reiter de 1911) como en Londres.
Mis intereses abarcan aspectos y géneros del arte visual tan variados como la pintura, la obra gráfica y el diseño decorativo, con una morfología que incluye diversas contaminaciones estilísticas, desde el arte bizantino y el folclore ruso hasta el Cubismo y el Futurismo. Di un paso significativo cuando fundé, junto con Larionov, el movimiento denominado Rayismo (en ruso Luchizm), cuyo manifiesto se publicó en 1913 con el título Rayistas y Futuristas. Entre mis obras rayistas de la primera época cabe destacar Gatos (1913, Nueva York, Solomon R. Guggenheim Museum), magnífico ejemplo de su nuevo modo de construir el espacio mediante la observación de los rayos de luz que se reflejan sobre la superficie de los objetos.

En 1913, se hizo una exposición con solamente el trabajo que realicé con unas 700 de mis pinturas. Después de mi éxito inmenso, que correspondió con el principio de la guerra, volví a Moscú y las desgracias de la guerra hicieron mella en mí, pues las derrotas en las tropas rusas y la participación de mi marido como soldado hicieron que mis preocupaciones fueran muy intensas.

 

Entonces comencé a pintar ángeles que destruían ciudades como aquellos que destruyeron la ciudad de Babylonia, en los pasajes biblícos del Apocalipsis. En 1914 Larionov y yo fuimos a París, donde diseñamos el vestuario y los decorados para la ópera-ballet rusa Le Coq d'Or; al mismo tiempo celebramos una exposición en la Galerie Paul Guillaume.

Tras una nueva estancia en Rusia (la última y muy breve), viajamos primero por Europa antes de instalarnos en 1917 definitivamente en París, donde pasaríamos el resto de mi vida; en 1938 se nos concedió la ciudadanía francesa. Participé en numerosas exposiciones en el extranjero, presenté obras a los salones parisinos y, junto con Larionov -con el que me casé en 1955-, trabajé intensamente como diseñadora de decorados para obras de teatro, ballet y ópera, entre las que cabe destacar El pájaro de fuego de Stravinsky, el ballet Sur le Borysthene de Prokofiev y el ballet ruso Bogatyrs de Massine. Mi muerte ocurrió en París el 17 de octubre de 1962.

Maribel Alonso Perez
23 enero 2012

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