jueves, 2 de febrero de 2012

El mar tormentoso 1870 Gustave Courbet




El mar tormentoso, también llamado La ola
1870
Óleo sobre lienzo
Alt. 117; Anch. 160,5 cm.
(Musée d'Orsay)


A lo largo del verano de 1869, Courbet se instala en Etretat, pequeña ciudad normanda adonde Delacroix, Boudin o Jongkind ya habían acudido para confrontarse con el mar. Los acantilados de caliza, la sutil luz, la violencia de las tempestades, así como la calma de los oleajes, de esta región de cambiantes cielos, le proporcionan nuevos temas.

Aquí el artista da una visión intensa del mar tormentoso e inquietante, que muestra la potencia salvaje de las fuerzas de la naturaleza. "Su marea procede del más lejano pasado", dirá Paul Cézanne. Trabajando a espátula una materia espesa, Courbet logra, de hecho, dar una impresión de eternidad. Construye su cuadro en tres líneas horizontales: la orilla en la que descansan dos barcas, los oleajes tratados en una gama verde oscuro, realzada con el blanco de la espuma, y el cielo cubierto de nubes.

 

En el Gil Blas del 28 de septiembre de 1886, Guy de Maupassant relata del siguiente modo la visita que hizo a Courbet durante su estancia en Etretat: "En una gran habitación vacía, un hombre grueso y sucio pegaba con un cuchillo de cocina placas de color blanco encima de un imponente lienzo vacío. De vez en cuando, iba y apoyaba su rostro en el cristal de la ventana y miraba la tempestad. El mar estaba tan cerca que parecía golpear la casa, rodeada de espuma y de ruido.

El agua salada golpeaba los cristales, como granizo, y chorreaba por los muros. Encima de la chimenea, una botella de sidra junto a un vaso medio lleno. De vez en cuando, Courbet iba y bebía unos cuantos sorbos, y luego continuaba con la obra. Pero esta obra se convirtió en La ola e hizo bastante ruido por el mundo".




Maribel Alonso Perez
02 febrero 2012

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