jueves, 29 de marzo de 2012

San Sebastian 1651 Jusepe De Ribera ( Pintor Español )

'San Sebastián' , José de Ribera, 1651

San Sebastian 1651
Oleo sobre lienzo 125 x 100 cm
Napoles , Museo y Cartuja de San Martín


San Sebastian , que había nacido en Narbona y se había criado en Milán, era miembro de la guardia pretoriana en tiempos de Diocleciano (284-305). Aún siendo de los más fieles servidores del emperador, era un cristiano clandestino en una época de dura persecución. Cuando su fe fue revelada, Sebatián fue condenado a ser atado a un poste  y asaeteado, pero milagrosamente no murió. El emperador lo hizo azotar hasta matarlo y arrojar su cuerpo a las cloacas.

Ribera nos ofrece una imagen poco cruenta del espisodio, retratando al joven y atlético sentado de medio cuerpo, con las manos atadas al tronco de un árbol, una flecha en el costado izquierdo y la mirada hacia lo alto. Su cuerpo pálido, modelado con extrema sutilieza, destaca contra la superficie oscura del tronco; la delicada transición entre los tonos oscuros de las sombras y la luz del cielo intensificada el sentido de profundidad espacial.

El lienzo fue pintado para la Cartuja de San Martín junto con su pendant, San Jerónimo. Ambos cuadros figuran, con todas las demás obras encargadas por Giovanni Battista Pisante, prior del convento ( muerto en 1638 ), en un documento posterior a 1651 y relativo al pleito iniciado por los herederos de Ribera contra los monjes. Es posible, pues, que los dos cuadros hubiesen sido empezados y 1638 y, como la Comunicación de los apóstoles, no terminados hasta 1651. El esquema compositivo del San Sebatián, con su marcada diercción diagonal y su amplia apertura atmosférica, tiene que ver con otras pinturas ejecutadas por el valenciano entre los últimos años treinta y los primeros cuarenta. Sea como fuere, como el cuadro lleva la fecha de 1651, no es posible fijar la historia de su realización ni saber cuánto le añadió el artista en una fase posterior.



Maribel Alonso Perez
29 marzo 2012

1 comentario:

  1. Mi cuadro de San Sebastian predilecto. Hay que verlo en directo para creerlo. La expresión de la mirada es maravillosa.
    Una sorpresa muy agradable cuando visité la Certosa de San Martino en Nápoles.
    Un saludo y gracias por la publicación.

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