viernes, 15 de julio de 2011

ILYA REPIN 1844 - 1930


                     98 × 117 cm. Óleo sobre lienzo. Galería estatal Tretiakov, Moscú. Obra de
                                     Ilya RepinRepin - Ilya o Iliá Yefímovich Repin

Repin nació en la ciudad de Chuguev, en la gubernia de Járkov, en el centro de la región histórica de Sloboda Ucrania.

Su padre Yefim era un militar y colono que se dedicaba al cultivo de la tierra, pero estando permanentemente obligado al deber militar. Repin comienza a tener contacto con la pintura como aprendiz a la edad de trece años en el taller de un artista local dedicado a los iconos llamado Bunakov. Igualmente comienza a estudiar la técnica del retrato. En 1866 se trasladó a San Petersburgo e ingresó en la Academia Imperial de las Artes.

Con su primera obra maestra, La resurrección de la hija de Jairo, Repin ganó la medalla de oro de un concurso de la Academia, y con ello una beca para estudiar en Francia y en Italia. Así es como Repin vivió en París, donde recibió la influencia de la pintura impresionista, que tuvo importantes consecuencias sobre su forma de usar la luz y el color. Sin embargo, su estilo continuó siendo más afín al de los maestros de la vieja escuela, especialmente Rembrandt, y nunca llegó a convertirse en un impresionista. A lo largo de su carrera retrató a la gente común, tanto ucraniana como rusa, aunque en sus últimos años también representó en sus obras a miembros de la elite del Imperio Ruso, la intelligentsia, la aristocracia y al propio Emperador Nicolás II.

En 1878 Repin se unió a la Asociación de artistas Peredvizhniki, generalmente llamados Los Pintores Itinerantes, que en la época en la que Repin llegó a la capital rusa se rebelaron contra el formalismo de la Academia. La fama de Repin se extendió a raíz de su pintura Los sirgadores del Volga, una obra que denuncia de un modo impactante el duro sino de estas personas. Desde 1882 vivió en San Petersburgo, realizando frecuentes visitas a su tierra natal ucraniana y ocasionalmente viajes al extranjero.

Poco antes del asesinato del Emperador Alejandro II en 1881, empezó a pintar una serie de cuadros relacionados con el movimiento revolucionario ruso: Negativa a confesarse, Arresto de un propagandista, El encuentro de los revolucionarios y No lo esperaban, siendo ésta última su obra maestra sobre este tema. En ella se representa la sorpresa de los miembros de una familia ante la llegada al hogar de un exiliado político.

Su obra Procesión de Pascua en la provincia de Kursk es con frecuencia considerada un arquetipo del estilo nacional ruso, mostrando diversas clases sociales y las tensiones entre ellas, dentro del contexto de la práctica de una tradición religiosa y unidas en un avance lento pero continuo.


Una de las pinturas más complejas de Repin, Los cosacos Zaporogos le escriben una carta al Sultán de Turquía, ocupó al artista durante muchos años, y es en gran medida fruto de una concienzuda investigación llevada a cabo conjuntamente con el historiador Dmytro Yavornitski, que incluyó numerosos viajes a la región de los cosacos zaporogosEn su madurez Repin retrató a muchos de sus más ilustres compatriotas, incluyendo al novelista León Tolstói, el científico Dimitri Mendeléyev, el jurista y político Konstantín Pobedonóstsev, el filántropo y mecenas Pável Tretiakov.
En 1900 se le encargó por parte del gobierno de Rusia su mayor obra: un óleo de 400 por 877 centímetros que representase una sesión solemne del Consejo Estatal del Imperio Ruso.

Diversas instituciones soviéticas le invitaron a regresar a su tierra natal, pero él rechazó los ofrecimientos argumentando que era demasiado anciano para hacer tal viaje. Durante esta época Repin dedicó mucho tiempo a pintar temas religiosos, aunque el tratamiento que hizo de los mismos no fue habitualmente tradicional sino innovador. Falleció en 1930, en Los Penates (Kuokkala, Finlandia - actualmente Repino, provincia de Leningrado-). Sus restos de Ilya Repin están enterrados en el jardín de la casa.

Maribel Alosno Perez
06 julio 2011

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