miércoles, 24 de agosto de 2011

CORRADO GUIAQUINTO 1703-1766 NAPOLES



Autorretrato de Corrado Giaquinto


Gianquinto - Corrado Giaquinto, fue un pintor italiano del rococó.

Corrado Giaquinto (Molfetta, 1703-Nápoles, 1765) Pintor italiano. Nacido en Apulia en 1703 al norte de Bari. Estudió en Nápoles y en Roma, donde pronto se convirtió en uno de los pintores más prestigiosos de la ciudad. En 1753, llamado por Fernando VI, se trasladó a Madrid como pintor de cámara y desempeñó el cargo de director de la Academia de San Fernando.

Entre sus obras hechas en España, cabe destacar los frescos del palacio Real de Madrid, los cuadros de altar para las Salesas Reales (San Francisco de Sales y Santa Juana de Chantal) y los retratos (Farinelli). En 1762 regresó a Nápoles. El arte de Giaquinto constituye, en cierto modo, una continuación del de Giordano, con un gusto compositivo y unas sutilezas de forma y de estructura muy personales, que hacen de él uno de los artistas más brillantes del rococó napolitano y romano.




El descendimiento de la cruz. Museo del Prado


Realizó un fresco destinado a la Basílica de la Santa Cruz de Jerusalén de Roma, representando a Moisés rompiendo la roca. Esta composición, pintada para el jubileo de 1750 y hoy en día perdida, nos es conocida por un proyecto conservado en la National Gallery de Londres.

Su retrato del castrato Farinelli, conservado en el conservatorio de Bolonia, es igualmente una de sus obras maestras.

Realizó los frescos de la iglesia romana de San Nicolás de los Loreneses.

Gianquinto trabajó durante el siglo XVIII, en el Alto Barroco que había evolucionado desde la tendencia clasicista del Idealismo de los Carracci hacia las tendencias decorativas e ilusionistas del barroco decorativo.


El sacrificio de Ifigenia. Lienzo. 75 x 123 cm. Museo del Prado


Este estilo se trabajaba normalmente al fresco, para decorar grandiosamente los interiores de las principales iglesias y palacios de la ciudad. Giaquinto se estableció en Nápoles, donde existía una importante colonia de pintores.

Nápoles fue un territorio frecuentemente ligado a lo largo de su historia con la corona española. Allí trabajó Ribera, el Españoleto y de allí nos vino uno de nuestros reyes más importantes, Carlos III. A esta relación secular debemos la presencia de varios lienzos de Giaquinto en las colecciones reales españolas, que hoy se exhiben en el Museo del Prado.

A través de sus títulos podemos hacernos una idea de la temática preferida de este pintor italiano: además de los inevitables temas religiosos, que tenían un mercado asegurado, Corrado cultivó con afición la mitología y la alegoría, lo cual responde a la renovación intelectual que se estaba produciendo en Europa y que desembocaría en la Ilustración. Las alegorías son figuras normalmente representativas de alguna virtud moral o política, como en su cuadro la Paz y la Justicia.




Paisaje con cascada y cazadores. Museo del Prado.


Además de pintar escenas mitológicas y alegóricas, Giaquinto se vio influido por la poderosa escuela de paisajistas romanos que trabajaban en la órbita marcada por la obra de Claudio de Lorena y Nicolás Poussin. Este Paisaje con cascada que conserva el Museo del Prado es un excelente ejemplo de esta pintura naturalista realizada por el maestro italiano del Rococó, empleando una pincelada suelta que recuerda la pintura de F. Boucher. Las figurillas animan la composición paisajística en la que la luz se convierte en otro de los protagonistas de la escena.
Giaquinto murió en Nápoles en 1766.

Maribel Alonso Perez
4 agosto 2011






1 comentario:

  1. Que lindo blog Maribel, fresco aunque presente la pintura tradicional y eterna, Buen éxito, saludos....

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