Henri de Toulouse-Lautrec nació en una familia aristocrática en el sur de Francia en 1864. Su padre, el conde Alfonso, era un excéntrico notorio conocido por todos los tipos de comportamiento impredecible: el lavado de los calcetines en el río (¡inaudito para un aristócrata) al galope a la caza, vestidos con trajes extravagantes, simplemente desaparecer por largos períodos de tiempo. El joven Enrique no se puso muy cerca de él.
El verdadero Lautrec, Louise Weber , Jane Avril , y Aristide Bruant.
Desconocido en el momento, Henri sufría de una enfermedad genética que impedía que sus huesos se cure correctamente. Fatalmente, a la edad de doce años, se fracturó la pierna izquierda. Y a los catorce años, se fracturó la pierna derecha. Ambas piernas dejaron de crecer, mientras que el resto de su cuerpo siguió creciendo normalmente.
En la madurez, Lautrec fue 4 1 / 2 pies de altura. Pero su gran desgracia era una especie de bendición disfrazada, por lo menos desde nuestra perspectiva. Después de su accidente ya no era capaz de seguir a su padre en los pasatiempos típicamente aristocrática de la equitación y la caza. En cambio, se centró en el dibujo y la pintura.
Arte y alcohol
En su adolescencia, Lautrec tuvo el honor de convertirse en un estudiante del artista Fernand Cormon, cuyo estudio estaba situado en la colina por encima de París, Montmartre.
Cuando se graduó de estudio de Cormon, Lautrec se entregó plenamente a la vida bohemia, pasando gran parte de su tiempo bebiendo y de juerga - y constantemente dibujando - en los cabarets, los hipódromos y los burdeles.
Su físico retraso en el crecimiento le ganó risas y el desprecio, y lo mantuvo de experimentar muchos de los placeres físicos se ofrecen en Montmartre, un dolor que se ahogó en el alcohol. Al principio fue la cerveza y el vino. A continuación, brandy, whisky, y el infame ajenjo encontrado su camino en su vida.
El arte y el alcohol fueron sus amantes sólo, y fueron amantes a la que dedicó todo su tiempo y energía. Él estaba haciendo uno o ambos casi todos los días de su vida hasta su muerte.
La adaptación de la moda de estilo japonés (composición asimétrica, áreas planas de color) que entonces impregnaba el arte francés de la técnica también creciente de la imagen del cartel, creó miles de obras de arte tanto en memoria de sus amigos y hacer publicidad de sus lugares. Entre aquellos que las imágenes son ahora una parte de la historia del arte son las Moulin Rouge bailarines Louise Weber (La Goulue) y Jane Avril , y el cantante combativo / empresario Aristide Bruant .
Un auto-caricatura firmada por "Lost". Circa 1882.
Una muerte prematura
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En septiembre de 1901 - poco más de cien años - murió a la edad de 36 años.
Mientras agonizaba, su madre y algunos amigos se sentó a su lado. Cuando su padre, el rara vez vistas, conde Alphonse se presentó, todo el mundo se sorprendió - excepto Henri. Él dijo: "Bueno papá. Sabía que no pierda la muerte."
Durante las últimas horas de Henri, conde Alphonse se comportó como extraño, como siempre. El recuento de lo que sugiere que le cortaron la barba de Henri de acuerdo con ciertas costumbres árabes que había oído hablar, y que utilizan cordones de los zapatos de Henri, para coger las moscas ruidosas. Las últimas palabras de Enrique se dirigió a su padre: "Viejo tonto."
Maribel Alonso Perez
04 agosto 2011
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