Karina Ali
Katarina Ali nació en 1973 en Zemun, Yugoslavia. En 1993 se graduó en Diseño Industrial por la Escuela de Diseño de Belgrado y en 1999 se graduó en la planificación gráfica de la Academia de Bellas Artes y Diseño de Belgrado.
Atmósferas de ensueño y de hadas, de estilo gótico y el conocimiento de los prerrafaelistas arte impregnan las obras de la joven artista yugoslavo Ali Katarina.
Sus pinturas se encuentran inmersos en un mágico y fluctuante, la dimensión tranquila, etérea y sensual.
Pequeños brillantes luces, al igual que las luciérnagas, acompañar a los personajes de Katarina iluminando el camino llevándolos a la búsqueda de su propio destino.
poética del artista se puede encontrar en un texto del poeta y escritor (como diplomático y embajador) Jovan Ducic: "Zar Radovan la tesoro ". Ducic, influido por los parnasianos y por el movimiento simbolista francés, escribió versos la poesía y la lírica, que introdujo en la producción de literatura serbia el sabor del "arte por el arte."
un determinado extracto del texto, que menciona la Radovan zar, permite que seamos completamente inmerso en la mágica atmósfera de las obras de Catalina:
"... de que ha hablado a Moisés cuando siguió a la palabra de Dios, César cuando cruzó el Rubicón y Cristóbal Colón, cuando mandó a sus velas al viento que lo trajo a la tierra que no sabía nada. Este tesoro también busca el astrónomo que observa las nubes de estrellas, el botánico que busca el secreto de la fertilización en el corazón de una pequeña flor y el sacerdote que lleva de nuevo la fe en los corazones de los infieles. búsquedas Todo el mundo, porque todo el mundo es una locura. sanguíneo Todo el mundo ha infectado a la Radovan zar que vive en el césped y en el agua, el zar poderoso que pasa en el cielo como una nube llena de relámpagos o como un barco en llamas en el mar ... ".
Las imágenes de Katarina son ricos en referencias simbólicas.
La música está preso en los instrumentos tocados por los seres que son una mezcla de los hombres, hadas y elfos. Las imágenes que se obtienen a evocar los sueños y los mitos, son dulces y la luz, de un estilo muy elegante y refinado.
nubes iridiscentes que acarician el suelo rodean a los protagonistas del díptico de 2006, en el que dos flautistas se encuentra en el corazón de un paisaje medieval , acompañado de peces tropicales de colores, en un entorno natural donde se mezclan el agua, el cielo y la tierra.
El poder evocador de la música también está presente en otras obras, donde es casi siempre una mujer joven a tocar un instrumento de viento o escriba un de la mandolina, absorto en una atmósfera de atenuar y envueltos por las nubes. En las obras de Katarina la mujer es siempre el personaje central, una mujer que oscila de hechicera de hadas, a Salomé a Venus, siempre a la vanguardia y rodeado de un aura de misterio.
Una mujer acompañada de pequeñas chispas, que se revela ante nuestros ojos, pero de la que nunca sabremos todo sobre.
Recuerdos de la Libertad y Déco se vislumbran en la gracia y el simbolismo de algunas figuras, aunque la fuerza de las cifras de Katarina es lejos de representar la belleza misma. El vínculo con la naturaleza, cielo y agua, que suele ser simbolizada por el río Danubio querido para ella, hace que sus personajes en el vínculo entre nuestro mundo y otro mundo ideal y emocionante, un mundo capaz de envolver a nuestros sentidos y nos captura en éxtasis, lejos de la realidad que nos rodea y que a menudo es doloroso.
Pero cuáles son los personajes Katarina está buscando? ¿Su flauta quizás recordar a alguien o algo? Ellos parecen querer evocar algo más grande, tal vez ellos también están buscando el tesoro del zar Radovan. Sus pinturas son ciertamente visiones fantásticas capaces de tomar nuestras mentes lejos en el tiempo y el espacio.
En la naturaleza, paisajes, es el protagonista indiscutible y de las representaciones más reales, sin embargo, esto no le quita el encanto que rodea a las otras obras.
Maribel Alonso Perez
04 agosto 2011
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