viernes, 30 de septiembre de 2011

AMEDEO MODIGLIANI. 1884-1920








Autoretrato de Amedeo Modigliani Pintor y Escultor



Nació en Livorno, en el seno de una familia judía
el 12 de julio de 1884, su salud fue frágil, a los once años contrajo pleuritis
y tres años después un tifus, con complicaciones pulmonares que nunca
le abandonarían la muerte ya se había anunciado y con ella la vocación
del muchacho: se consagrará al dibujo y renunciará a cualquier otro tipo
de formación.
  


Estudió arte en Florencia y París donde entabló contacto con los artistas
de vanguardia siendo influido por ellos. Destacó por la elegancia y
simplicidad de sus retratos y desnudos femeninos. Las primeras obras
de Modigliani son esculturas inspiradas en las máscaras africanas,
aunque realizó también algún que otro cuadro.

Las pinturas de Modigliani, suaves y delicadas, se caracterizan por su

simplificación, sus líneas sinuosas, las formas planas y las proporciones
alargadas. La mayor parte de su obra la integran retratos y estudios de
la figura humana, siendo característicos de estos los rostros ovalados
que tan popular le hicieron.



La Bella Romana, Modigliani 1917

Falleció el sábado 24 de enero de 1920, a las 8,45 de la noche, en el
hospital de la Caridad de París, tenía treinta y seis años. Siete horas
después, su musa y compañera, Jeanne Hébuterne, con un hijo del
pintor en sus entrañas, se arrojó desde un quinto piso de la casa paterna

Atrás quedaba, única superviviente del naufragio, una niña de catorce
meses, Jeanne, hija de ambos, que falleció a los sesenta y seis años,
en julio de 1984, celebrando puntualmente con su propia muerte el
centenario del nacimiento del artista.



Esculturas de Modigliani

Desde antes de su llegada a París, Modigliani había expresado su
intención de ser escultor. El ejemplo del arte africano fue un revulsivo
en este sentido, y ya en 1908 realizó sus primeros estudios de cabezas
y cariátides, inspirados en máscaras africanas. En 1909 Modigliani se
trasladó a Montparnasse, barrio que por entonces empezaba a desbancar
a Montmartre como centro de la vida artística parisiense.

Allí conoció al escultor rumano Constantin Brancusi, quien le animó a
emprender la talla directa en piedra. Durante cinco años aproximadamente
Modigliani abandonó casi por completo la pintura y se dedicó a esculpir
primero empleando materiales duros como el mármol y luego piedras más
blandas como la arenisca, a las que intentó dotar de un aspecto masivo e
intemporal. Su labor como escultor habría de resultar fundamental para
la conformación de su estilo pictórico maduro.

Esta nota va dedicada a todos los amantes de este gran artista en especial
a Maria Elena Astorquiza.

Maribel Alonso Perez
21 abril 2011

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