Pintura de Howard Behrens

Pintura de Howard Behrens

lunes, 19 de septiembre de 2011

Mujer con una Flor 1932 de Pablo Ruiz Picasso




Pablo Ruiz Picasso. A lo largo de su prolífera vida pintó más de 2.000 obras que todavía se pueden ver en museos de Europa y de todo el mundo.

Picasso, un malagueño que nación en 1881 y que viviría hasta 1973, participó en la génesis de muchos de los movimientos artísticos que se propagaron por el mundo y ejerció una fuerte influencia en muchos de los grandes artistas de su tiempo.

De sus miles de obras, hoy nos centramos en: “Mujer con una flor” que pintó en 1932. Una obra claramente cubista en la que Picasso rompe con las formas de representación del espacio tradicionales e introduce figuras que se asemejan a mascaras africanas. Junto a G. Braque elabora este sistema pictórico que define la luz y el volumen de forma conceptual descomponiendo los objetos en unidades geométricas de forma cúbica.

Y es que las mujeres eran las eternas musas de su arte, le encantaba retratarlas como podemos ver en muchos de sus cuadros que las tienen como protagonistas.

Maribel Alonso Perez
19 septiembre 2011

domingo, 18 de septiembre de 2011

La muerte de Sardanápalo 1827 de Eugène Delacroix.



La muerte de Sardanápalo (La Mort de Sardanapale) Obra de Eugène Delacroix, 1827. Óleo sobre lienzo, 392 cm × 496 cm. Museo del Louvre, París,  Francia. Sobre el mismo tema, el museo alberga igualmente un pequeño cuadro (100 cm x 81 cm).

Sardanápalo es un rey legendario de Nínive en Asiria que habría vivido de 661 a. C. al 631 a. C. Sería una mitologización de Assurbanipal, un rey muy cultivado y poco belicoso. La otra posibilidad es que Sardanápalo fuera el hermano de Assurbanipal, siendo este último el encargado de gobernar Babilonia. Sardanápalo posteriormente conspiró contra Assurbanipal y, para castigarle, este rey sitía la ciudad (650 a. C.-648 a. C.). Cuando Sardanápalo intuye la derrota inminente, decide suicidarse con todas sus mujeres y sus caballos e incendiar su palacio y la ciudad, para evitar que el enemigo se apropiase de sus bienes.

La escena representada por Delacroix muestra el episodio dramático de la muerte del soberano, cuya capital es asediada sin alguna esperanza de libertad y que decide suicidarse. Delacroix sintió la necesidad de realizar algunas declaraciones cuando el lienzo fue expuesto por primera vez, y lo hizo en los siguientes términos:

Los rebeldes asediaron su palacio... Acostado en una magnífica cama, en la cima de una inmensa hoguera, Sardanápalo da la orden a sus eunucos y a los oficiales de palacio de degollar sus mujeres, sus pajes, hasta sus caballos y sus perros favoritos; ninguno de los objetos que habían servido a sus placeres debían sobrevivir.
El poeta inglés Lord Byron, uno de los emblemas del romanticismo, había publicado en Inglaterra en 1821 un drama - Sardanapalus - traducido en Francia en 1822. Ciertos historiadores piensan que Delacroix habría extraído su inspiración de él. El poema narra el trágico fin de este legendario rey de Asiria, que, vio escapar su poder a consecuencia de una conspiración, eligió, al rendirse contar que su derrota fue ineluctable, arrojarse en compañía de su favorita, Myrrha, una esclava, a las llamas de una gigantesca hoguera. Delacroix parece haber retomado la trama general del drama de Byron - Myrrha sería la mujer sobre la cama a los pies del monarca -, pero parece, en cambio, que el holocausto de las mujeres, de los caballos y del tesoro, lo extrajo de otro autor, Diodoro de Sicilia, que narra una escena análoga en su Biblioteca histórica:

Para no caer preso del enemigo, hizo instalar en su palacio una gigantesca hoguera en la cuál puso su oro, su plata y todas sus posesiones de monarca; se encerró con sus mujeres y sus eunucos en un espacio habilitado en medio de la hoguera, dejándose así quemar con su gente y su palacio.


Estudio de Desnudo femenino visto desde atrás, Pastel, sanguina y tiza sobre papel, 40 X 27 cm. 1827. Óleo sobre lienzo, 392 cm × 496 cm. Museo del Louvre, París, Francia. Obra de Eugène Delacroix

Análisis. No es esta Muerte de Sardanápalo un lienzo perfilado. La pintura yuxtapuesta de los rayos de color que representan una forma únicamente cuando retrocedemos. El color domina, la luminosidad es brillante. Delacroix utiliza preferentemente colores cálidos, en particular pigmentos castaños y rojos; de ellos surgen, poco a poco, colores más claros como el blanco de las telas, de la túnica o de la piel del caballo, y los amarillos y anaranjados de los cuerpos de las mujeres.

Sobre un gran lecho está dispuesto Sardanápalo, impasible. A su alrededor, se arremolinan personas, animales y objetos, en una composición abigarrada en torno a distintos ejes que se entrecruzan.

Era su primera composición en diagonal. La luz marca una diagonal que va desde el monarca asirio, arriba en lo alto, hasta el hombre que está dando muerte a una mujer, abajo a la derecha, que pasa por la figura de una joven muerta y un hombre agonizante, ambos cuerpos blancos sobre el lecho de intenso color rojo. A los pies del lecho y delante de la figura de la mujer que va a ser asesinada, aparece una esclava circasiana, cuya piel es más oscura que el resto de los personajes.

Este cuadro supuso el triunfo definitivo de la escuela romántica en pintura. Más allá de la historia, este cuadro aparece como un manifiesto de la rivalidad entre la pintura romántica - representada por Delacroix - y el clasicismo o el neoclasicismo- representado por Ingres ya que Delacroix pone delante de su obra esta relajación de las convenciones formales, que rechazan las clásicas: estas no son más que las formas y los sujetos que el artista pone en valor, además de la intensidad de los colores, de los contrastes y de la luz (La pugna del dibujo y del color entre Ingres y Delacroix).

La obra fue expuesta en el Salón de 1827, salón donde Ingres expuso La apoteosis de Homero. Fue peor recibida que otra obra anterior de Delacroix, La matanza de Quíos (1824) expuesta dos años antes, que había sido un escándalo y promovió a Delacroix al rango de jefe de filas de la escuela romántica de pintura. El escándalo obedecía a que la perspectiva era muy poco convencional, la pincelada parecía demasiado libre y las figuras presentaban una anatomía distorsionada.

La Muerte de Sardanápalo es ciertamente el lienzo más romántico de Delacroix. Sobre el mismo tema, Hector Berlioz escribió una cantata que le valió su primer éxito oficial.


Maribel Alonso Perez
18 septiembre 2011
 

No Lo Esperaban 1884-88 , ILYA REPIN




Óleo sobre lienzo. 160,5 × 167,5 cm Ilia Repin

Poco antes del asesinato del Emperador Alejandro II en 1881, empezó a pintar una serie de cuadros relacionados con el movimiento revolucionario ruso: Negativa a confesarse, Arresto de un propagandista, El encuentro de los revolucionarios y No lo esperaban, siendo ésta última su obra maestra sobre este tema. En ella se representa la sorpresa de los miembros de una familia ante la llegada al hogar de un exiliado político.

A partir del estudio de Veláquez, surgen cuadros que, si bien temáticamnete se insertan en la contemporaneidad, llevan la impronta del maestro. La intención política del lienzo de Iliá Repin ( No le esperaban 1884-88 ) claramente adscribible al ( realismo social ) de su tiempo y que registra la tensión psicológica de la vuelta al hogar de un confinado, utiliza como soporte de forma todo un glosario velazqueño aprendido en ( Las Meninas ): Las soluciones lumínicas y especiales del interior, la presencia infantil, ese fondo de sala con la pared cubierta de reproduciones enmarcadas -trasunto mesocrático de los Mazos- y la puerta abierta por la figura recortada en la luz de un segundo foco, el propio nudo argumental de una inesperada irrupción ( aquí rtundamente explícita ) que centra viamente la mirada de los presentes... todo parece evocar ( La Familia de Felipre IV ) simplificados de sus recursos y reinterpretada en tono realista y melodramático por lo que fue amigo de Tolstoi y activo propagador de las ideas del moviemiento democrático en la Rusia prerrevolucionaria.

Por último, cabe reseñar que Repin dibujaba y se preparaba para cada uno de los retratos durante mucho tiempo hasta pintarlos, aunque parecían productos de una inspiración u obras realizadas en el tiempo que dura una sesión de pintura. La naturalidad del gesto, lo justo en la elaboración y la frescura del conjunto fomentan esa impresión. No obstante, lo más valioso de sus retratos era su capacidad para captar el aspecto psicológico de sus personajes.

Maribel Alosn Perez
23 abril 2011

José Linares Molina ( 1961) Pintor español


Pliegues naranja  (2006)

Categoría: Pintura Realista
Autor: Pepe Linares Molina
Medio: oleo
Dimensiones: 130x97

PEPE LINARES, es un pintor figurativo. Gusta dibujar el cuerpo humano, su erótica, su vida y formas de vida. En ocasiones se recrea en lo abstracto y prefiera que los amantes del arte sepan descubrir en su trabajo, esa tendencia. PEPE LINARES nació en Barcelona en 1961. Vive en importante necesidad creativa, la que le empuja desde su adolescencia a trabajar con óleo sobre lienzo. Su estilo es figurativo. Su influencia pictórica nace de la escuela de Rafael y Leonardo da Vinci, pasando por Caravagio, Velázquez, Rembrant y Dalí.


Pero ante todo debe su alma, debe enamorarse de una imagen, para pintarla. LINARES sabe ofrecer realidad a una imagen y las pinta sobre lienzo, madera o mural. Sabe transferir autenticidad a las aguas marinas, permitiendo que sus olas nos mezan al contemplarlas, invitando a nuestro mundo de fantasías a ensoñarse en, aguas llenas del brillo sobre las que descansan los rayos del Sol mientras se exhibe con todo su esplendor.






Al igual que contemplar esa misma luz, cuando se posa sobre las mansas aguas marinas llenas de sombras, con las que el anochecer nos regala. O el crujido que provoca a nuestros ojos el Sol, cuando al amanecer con todo su esplendor dibuja una perfecta línea de fuego sobre el horizonte marino. El irremediable hechizo de las crestas de ola marina, cuando con su natural bravura la que surge al emborracharse con los inhóspitos vientos y arrojan el agua sobre las cornisas.


Sabe que la elegancia, debe ser extrema e indispensable, para mostrar el desnudo erótico de pareja o el de aquella mujer que delicadamente muestra su cuerpo. Todo ello, nos permite disfrutar de la cercana perspectiva de la piel de sus modelos, la que acarician naturales tejidos, de lino o seda.




Maribel Alosno Perez
18 septiembre 2011

viernes, 16 de septiembre de 2011

Victor Vasnetsov 1848 - 1926 Pintor Ruso



Autorretrato de Victor Vasnetsov. 1873.

Víktor Mijáilovich Vasnetsóv (( 15 de mayo de 1848—1926)) fue un pintor ruso que se especializó en temas mitológicos e históricos. Perfeccionó su arte en San Petersburgo y se dedicó a ilustrar cuentos rusos y bylinas (poemas épicos).

También se dedicó a la arquitectura, siendo una de sus edificios más importantes la fachada de la Galería Tretyakov, cercana al Kremlin, la cual tiene la apariencia de un «terem», la casa descrita en los cuentos de hadas rusos.

En 1912 Vasnetsov recibió un título nobiliario por Nicolas II. En 1914 diseñó un sello de los ingresos destinados a la recogida voluntaria de las víctimas de la Primera Guerra Mundial.


Alionushka. Study. Oleo sobre lienzo. The Tretyakov Gallery, Moscow, Russia. Obra de Víktor Vasnetsov.


Maribel Alonso Perez
16 septiembre 2011

miércoles, 14 de septiembre de 2011

La Odalisca, 1921 HenriI Matisse






La Odalisca, 1921, Centro Georges Pompideu, Paris.


La delicia de la odalisca se basa en su naturalidad; mujer llenita, ni muy perfecta, ni muy delgada. Existe un triangulo de luces que a simple vista no es notorio, que sugieren provenir de una ventana natural, así como dos vetas de luz en la frente y en la punta de la nariz. Una tímida ceja se deja entrever tras la sombra del brazo que la cubre. La otra delineada, aparece magnífica e incita a seguirla cual camino sagrado. La realidad del trazo se pierde en la semejanza con la fotografía, y la sombra alrededor del cuello es testigo que refleja la perfección que se deja adivinar entre el juego de conformaciones anatómicas que se izan hacia la parte superior del cuadro

Los ojos, un tanto virginales de la odalisca, cubiertos por el manto atemperado de sus cejas, se parecen a las madrugadas de las luciérnagas de abril, se ensombrecen tras un vómito de pinceladas y luego, se destilan al alba, como si fueran parte del beso de los amantes en horas prohibidas. El color de sus labios, en este caso es tan fuerte, que se lleva la luz intencionalmente colocada para tratar de opacar tales carnosidades de fuego. El deseo de los labios - El lip inferior sensualmente de más grosor- es inversamente proporcional a la mirada y las mejillas sonrosadas así lo delatan. Empapadas en histamina claman por una caricia de lo que sea y con lo que sea. Los hombros de la odalisca parecen invitar al espectador a cubrirse de ellos de una manera salvadora, como si fuera el único elemento a aferrarse

El rojo calidísimo en las posaderas es suficiente, para imaginar la temperatura que el pintor quería expresar de las delanteras de la odalisca, las que se aprecian parcialmente pero satisfaciendo totalmente los requerimientos eróticos de su tiempo. El blanco sobre un diestro y tibio muslo también alcanza a cubrir "infielmente" al pubis en su porción izquierda, avizorando que con anterioridad, ya ha estado más destapadito. El azul tras la espalda y sostenido por la mano derecha, indica el velo que al descubrir el pecho, traduce la independencia que siguió a la toma de la bastilla. Los pies, de ésta odalisca, no merecen descripción. Realmente, parecen perfectos, ustedes analicen, y si no les parece: pues se reciben comentarios a esta columna. Proporción pedestre, color, textura y casi suavidad invitan a ciertas mórbidas caricias que no vienen al caso, o si vienen, los distraería.


Unos dicen que Henri, murió de mal de amores, otros que se cortó todos los dedos (de ambas manos) al finalizar "L'odalisque" como sentimiento de culpa al no percibir la perfección de su amada, aludiendo que era el colmo que la pintura no le hablara.


Maribel Alonso Perez
26 abril 2011

martes, 13 de septiembre de 2011

Negro Mágico, 1945 René Magritte


La Magie Noire (traducción: "Magic Negro") representa a una mujer desnuda posando por un dique. Su cuerpo es la sombra de tono de piel natural con el azul del cielo.
Esta pintura es similar a otra pintura de Magritte , La Folie des grandezas, 1948-1949 , que también representa una "mujer" en un malecón.
Tamaño: 73 x 54,4 cm. Ubicación: Museo Real de Bellas Artes de Bruselas, Bélgica.

Estudiante de la Real Academia de Bellas Artes de Bruselas desde 1916 hasta 1918, el pintor belga René Magritte comenzó a pintar bajo la influencia del futurismo de vanguardia, el cubismo órfico y la Nueva Objetividad. Su encuentro con la pintura de Giorgio De Chirico, en 1923, tuvo una importancia enorme.

Que contribuyó a que el surrealismo de Magritte, un movimiento con el que se puso en contacto a través de la revista? Esófago, publicado por el artista en 1924 con ELT Mesens. La evolución gradual de los temas de Magritte el surrealismo es evidente en obras como El Jinete Perdido (colección privada, París) y los restos de la sombra (Museo de Pintura y Escultura, Grenoble), ambas de 1926. Mientras que en París, desde 1927 a 1930, el pintor conoce a André Breton y Paul Eluard, el sufrimiento al mismo tiempo la influencia de la pintura de Max Ernst.



Es la época de las pinturas de París que se remontan muy famoso ya que esto no es una pipa (colección privada, Nueva York) y Le Temps peligro (1928, Penrose et al. Londres). De vuelta en Bélgica, el maestro es considerado como el líder del surrealismo belga. Su obra, que influyó en el lenguaje de la publicidad y los medios de comunicación, muestra un estilo bastante coherente que incluya fundamentalmente la elección de las imágenes simbólicas como el mar, el cielo, el desnudo femenino, el hombre del sombrero melón, volviendo constantemente a lo largo de la pintura del maestro. Entre sus muchas pinturas, coleccionistas privados, como todo el imperio de las luces (Bruselas, col. Magritte, 1935), el campo Clave (1936, col. Thyssen-Bornemisza, Madrid), El hombre en el sombrero de copa (1964 , Cruz Swan et al., Nueva York).

Movimiento artístico nacido en 1909 en Italia.


André Breton era el cerebro del surrealismo, un movimiento que se ha desarrollado desde el final de la Primera Guerra Mundial. Surrealismo incorpora ideas del comunismo y el psicoanálisis. Su demanda principal es rechazar el mundo dice "real", la lógica y el funcionamiento de las clases trabajadoras, para exaltar el sueño, la excelencia liberar espacio par.


Maribel Alonso Perez
13 septiembre 2011