El llamamiento de las espigadoras1859
Óleo sobre lienzo
Alt. 90; Anch. 1176 cm.
Con este Llamamiento de las espigadoras, Jules Breton representa una escena corriente de la vida campesina en Courrières, su pueblo de origen en Artois. Elige representar las espigadoras, el fino cuarto de luna creciente arriba en la izquierda, la presencia del guardabosque, adosado a un mojón, llamando para que se recojan con las manos en portavoz, no obstante con el sol poniente, detrás de los árboles que proporciona al cuadro la cálida y dorada luz de un atardecer.
Pese a la presencia de algunos detalles más realistas, como la ropa usada y rasgada o los pies descalzos de las mujeres, el pintor ha completamente idealizado la escena. La nobleza de las posturas, el porte altanero de los campesinos, el tratamiento en friso de la composición, proporcionan nobleza y poesía, al conjunto.
Abandonando la representación de la miseria laboriosa de sus comienzos, en beneficio de una visión idílica y pintoresca del mundo laboral, Jules Breton se gana los favores de la crítica y del público. Presentada en el Salón en 1859, la obra tiene un éxito espectacular e incluso llama la atención de la emperatriz Eugenia. Esta última la hace comprar en la lista civil de Napoleón III. En primer lugar, presentada en el castillo de Saint-Cloud, luego se añade, gracias a una donación del emperador en 1862, a las colecciones del museo del Luxemburgo, para el museo de los artistas vivientes.
Maribel Alonso Perez
12 diciembre 2011
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