Nació en la aldea de Gruchy, municipio de Gréville-Hague, Normandía, pero se mudó a París en 1839. Recibió su enseñanza académica con Paul Dumouchel, y con Jérome Langlois en Cherbourg. Después de 1840 se alejó del estilo de pintura oficial y cayó bajo la infuencia de Honoré Daumier, de quien aprendió el sentido del contraste de luces y sombras, así como la construcción del cuerpo humano, con simplicidad de volúmenes.
En 1849 llegó a Barbizon, entrando en el círculo de la escuela que toma el nombre de esta localidad.
Millet, poseía un profundo sentido de la naturaleza, al igual que Théodore Rousseau: la interpretaba (más que reflejarla sin más) comprendiendo las voces de la tierra, los árboles o los senderos. Millet afirmaba sentir en la naturaleza más de lo que los sentidos le daban. El tono a ratos sentimental de sus obras (El Ángelus) le aleja un tanto del otro gran realista, Courbet, más áspero y rebelde.
Millet y Rousseau pronto intimaron y Rousseau, con más recursos económicos ayudaba al pobre Millet. Ambos murieron en Barbizon con pocos años de diferencia y se encuentran enterrados a muy poca distancia uno de otro.
Maribel Alosno Perez
09 julio 2011
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