Pintura de Howard Behrens
miércoles, 12 de octubre de 2011
Concierto en el Prado 1871-1872 Dante Gabriel Rossetti
Concierto en el Prado
Año: 1872
Óleo ssobre lienzo 85x67cm
Museo: Manchester City Art Gallery
Los cuadros de mujeres tocando instrumentos musicales eran de lo mas solicitados, quizá porque inspiraban sensualidad al público masculino de la época victoriana inglesa y Rossetti hizo varias réplicas pero con leves diferencias. Podemos apreciar claramente el cuidado exquisito que utiliza en los instrumentos y en las preciosas y delicadas manos de las doncellas. Estas dos doncellas instrumentistas tiene nombre y apellidos se tratan de Maria Spartali y Alexa Wilding. Rossetti utilizaría a estas dos modelos en la misma posición pero incluyendo un angelillo entre ellas para crean en 1872 un dibujo a pastel sobre papel.
Las dos bailarinas están en la parte central del cuadro, creando una doble composición simétrica con las instrumentistas y creando un juego entre las cuatro de miradas hacia el espectador y el paisaje del lienzo. Simetría también apreciada en los colores de los vestidos, el verde y el rojo. Rossetti, había comenzado la tela en 1850 pintando el maravilloso paisaje del fondo, recreando las cercanías de la casa de Hunt en Kent. Lo quería utilizar para una composición de Dante en el Paraíso con Beatrice, pero no le convenció el proyecto y decidió abandonarlo.
Estas tendencias se acrecentaron debido a ciertos acontecimientos de su vida privada, en particular por la muerte de su esposa, Elizabeth Siddal, quien se suicidó ingiriendo láudano después de dar a luz a un niño muerto. Rossetti cayó en la depresión y enterró la mayor parte de sus poemas inéditos en la tumba de su esposa, en el cementerio de Highgate.
Idealizó su imagen como la Beatriz de Dante en un buen número de pinturas, como El sueño de Dante ante la muerte de su amada (1856) y en Beata Beatrix (1863), obra que marca el camino del pintor hacia una mayor ornamentación y simbolismo; esta pintura alegórica alude a la muerte de su mujer. Representa a Elizabeth en una pose lánguida y sensual, con su cabello rojo natural recogido en un peinado deshecho; sobre sus manos se está posando una paloma roja, símbolo de espiritualidad, que porta en el pico una ramita alusiva al láudano.
A sus espaldas, una escena difusa representa a dos personajes, quizá Dante y Virgilio. El complejo simbolismo del retrato es aún fuente de debate entre los críticos.
Maribel Alonso Perez
12 octubre 2011
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