Pintura de Howard Behrens

Pintura de Howard Behrens

domingo, 4 de septiembre de 2011

Angelika Cauffmann 1741-1807 Pintoras Austriaca


Angelika Kauffmann fue una pintora suizo-austríaca nacida en 1741. (No nos referimos en este caso a otra pintora del mismo nombre nacida en 1935). Aprendió a pintar con su padre, Johann Josef Kauffman, quien no fue considerado un buen pintor pero supo enseñar muy bien esta disciplina a su hija. A pesar de provenir de una familia pobre, Angelika tuvo mucho interés en la literatura, aprendió varios idiomas y desarrolló su talento también en la música, aunque se destacó más en la pintura logrando la fama a la temprana edad de doce años y llegando a retratar a obispos y personas de la nobleza. Viajó varias veces a Italia; conoció Milán, Roma Bolonia y Venecia, lugares en los que fueron apreciados su talento y personalidad.

Winckelmann, el conocido historiador de arte, hace alusión a la fama de esta pintora en sus cartas a su amigo Franke, en tiempos en que Angelika pintaba un retrato suyo de medio cuerpo. Expresó su admiración por el dominio de varios idiomas, por su habilidad y popularidad como retratista, por su belleza y su talento para el canto.
Miranda y Ferdinando en "La tempestad" (1782)
La esposa del embajador inglés, Lady Wentworth, la llevó a Londres, donde pintó el retrato de David Garrick, que fue expuesto en el “gran salón del Sr. Moreing en Maiden Lane”. Gracias al retrato de Lady Wentworth Angelika tuvo una excelente acogida en la alta sociedad y la realeza.
Retrato de David Garrick
Fue amiga íntima de Sir Joshua Reynolds. Entre las anotaciones de este pintor figura muchas veces su nombre como Miss Angelika o Miss Angel, y se retrataron el uno al otro. Él ayudó a Angelika cuando le fue tendida una trampa para casarse con un sujeto que se hacía pasar por conde sueco, el Conde de Horn. También contribuyó para que Angélika fuese una de las fundadoras de la Royal Academy, ya que su firma figura en la petición al Rey de instaurar una Academia Real de Pintura y Escultura. En el primer catalogo, Angelika aparece con las siglas R.A. después de su nombre, un honor que también tuvo otra pintora, Mary Moser.
El académico Nathaniel Hone, en su cuadro satírico “El prestidigitador”, hace objeto de burla la amistad de Reynolds con Angelika, donde incluía una caricatura desnuda de la pintora que más tarde cubrió con pintura. Esta obra fue rechazada por la Royal Academy

Los mejores trabajos de Angelika son los de temas históricos. Entre estos figura Leonardo expirando en los brazos de Francisco I (1778). Además participó en la pintura de la Catedral de San Pablo, escogida junto a otros por la Academia, y pintó la antigua sala de lectura de la Academia de Somerset House con Biagio Rebecca. Pero el público inglés de la época estaba más interesado en los retratos y paisajes que en la pintura de historia, motivo por el cual la pintora se mudó al continente, donde este género era más apreciado y mejor pagado.

Después de la muerte de su primer marido (de quien estuvo separada por largo tiempo), contrajo matrimonio un artista veneciano que vivía en Inglaterra, Antonio Zucchi, y poco después ella se retiró a Roma. Johann Wolfgang von Goethe figura en este sitio entre sus amistades. En su obra Viaje Italiano (1786-1788) menciona que ella trabajaba y lograba más que ningún otro artista conocido por él, pero siempre quería hacer más, viviendo durante 25 años con gran parte de su antiguo prestigio.
Retrato de Goethe a los 38 años pintado por Kauffmann en 1787
En 1782 se produce la muerte de su padre; y en 1795 de su marido. Siguió contribuyendo a la Academia de manera esporádica, exponiendo por última vez en 1797. Posteriormente su producción decae. Murió en Roma, en 1807. Su funeral fue dirigido por Canova y toda la Accademia di San Luca, con gran número de eclesiásticos y virtuosos que la escoltaron hasta llegar a su tumba en San Andrea delle Fratte y llevando también en procesión dos de sus pinturas.

La valoración posterior de su obra no es del todo favorable. Se aprecia su habilidad en la composición, pero se critica la falta de masculinidad en las figuras de hombres, aunque hay que señalar que en aquella época las mujeres no podían acceder a modelos masculinos, salvo en el caso de los retratos. Gustav Friedrich Waagen define su paleta como “alegre”. Se la conoce especialmente por los numerosos grabados de Schiavonetti, Bartolozzi y otros, realizados a partir de sus dibujos. La vida de esta pintora inspiró también a la literatura; como ejemplo se pueden mencionar la novela romántica de Leon de Wailly y la novela Miss Angel, de la señora Richmond Ritchie
Venus convence a Helena de ir con Paris (1790)

Maribel Alonso Perez
15 mayo 2011

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