Ubicación : Öffentliche Kunstsammlung, Basilea
Estilo artístico : Expresionismo
Técnica : Óleo sobre lienzo
Dimensiones : 181 cm x 220 cm.
Pintor: Oskar kokoschka


Detalles de la imagen 'La novia del viento o La tempestad. Oskar kokoschka. 1914'
  • Amante: Alma Mahler fue la amante de Kokoschka durante mucho tiempo. Su relación se basaba prácticamente en el sexo, que les obsesionaba. Su pasión era tal que se dieron cuenta que se amaron y ella huyó de él. Kokoschka se convirtió en un hombre triste, pintando su estudio de negro y realizando este gran lienzo en homenaje a su ferviente amante.
  • Expresionismo: No hay mejor forma de representar los sentimientos que el expresionismo, el cual usaba trazos gruesos, líneas duras, poco color en general. El pintor exprimía sus sentimientos y los lanzaba al lienzo, para hacernos partícipes a los espectadores de lo que ocurre en su interior. La fuerza expresiva de esta Tempestad nos hace suponer que la pérdida de su amante fue muy dura, brusca.
  • Locura: La huida de Alma Mahler supuso la pérdida de la razón del artista y esto lo podemos ver en el lienzo, que no tiene color, ni alegría, simplemente son trazos angustiados porque se había enamorado de ella. Por eso, en el cuadro posan en un momento para él eterno, como es abrazados el uno al otro.
  • Sentimientos: Aunque se ha tachado a veces el expresionismo como brutal, como un movimiento depravado (Hitler lo consideró así), en este lienzo podemos ver la capacidad emotiva del movimiento. Se puede ver en el lienzo el interior, lo subjetivo, ya no se dedican a pintar un árbol, sino a sentir ese árbol.

Alma Mahler, de soltera Alma Marie Schindler, escribió en su autobiografía: “Mi vida fue bella, Dios me dio la oportunidad de conocer las obras geniales de nuestro tiempo antes de que abandonaran las manos de sus creadores. Mi destino es bendito y justificado por habérseme permitido, aunque fuera por un tiempo, sostener con mis manos los estribos de esos caballeros de la luz.”

Realmente, Alma Mahler conoció de primera mano, el genio y parte de la obra de sus tres maridos, el compositor y director de orquesta austríaco, Gustav Mahler, el arquitecto alemán y fundador de “La Bauhaus”, Walter Gropius y el novelista, dramaturgo y poeta checo, Franz Werfel, así como la del pintor austríaco expresionista, Oskar Kokoschka con el que mantuvo una intensa y turbulenta relación de casi tres años de duración.

Con Gustav Mahler, su primer marido y casi veinte años mayor que ella, se casó en 1902 y tuvo dos hijas una de las cuales moriría con solo cinco años. Esto afectó gravemente a su relación de pareja, inestable ya desde sus origenes, aunque mantuvieron unido su matrimonio hasta la muerte de él en 1911.

En 1915 se casó con Walter Gropius al que había conocido antes de la muerte de Mahler y con el que mantuvo una relación adúltera conocida por el compositor. Su matrimonio duró solo unos pocos años ya que, en 1917 ella conoció al que sería su gran amor, Franz Werfel, escritor que llegó a ser candidato al Nobel, y con el que vivió en California hasta 1945, año del fallecimiento de Werfel.

En el intérvalo entre la muerte de Mahler y su matrimonio con Gropius, conoció en 1912 a Oscar Kokoschka, surgiendo entre ellos un amor apasionado que duraría cerca de tres años en los que se alternaron los momentos más idílicos con otros atormentados por los celos, el intento de dominio y posesión por parte de él y la cada vez mayor exigencia y altanería por parte de ella.

Durante ese periodo, él realizó un gran número de pinturas y dibujos en las que expresaba su estado de ánimo y su amor y pasión hacia ella a través de las imágenes que representaba.

Llegó un momento en que esta relación tormentosa comenzó a rozar la locura por lo que, Alma Mahler, decidió romper la relación con Kokoschka.

Para él, aquello fue un terrible mazazo. La ruptura de un amor tempestuoso pero único.

A finales de 1913, a punto de terminar su relación, Kokoschka pintó este cuadro, “La novia del viento” en el que retrata a ambos tumbados en una especie de barco a la deriva en un mar tempestuoso e igual de agitado que su amor.


Maribel Alonso Perez
07 julio 2012