Óleo sobre lienzo.
Medidas:30,5 x 22,9 cm
Colección Carmen Thyssen-Bornemisza
En la producción de Brunias es frecuente el uso del pequeño formato vertical que tienen todas las obras de este grupo. Es más, las escenas en ellos representadas poseen carácter tipológico, de modo que de un repertorio relativamente limitado de temas y figuras, todos ellos pertenecientes a la idiosincrasia colonial caribeña, encontramos numerosas variantes. El Fogg Museum de Boston, pongamos por caso, conserva una pareja de obras de Brunias, Mulata comprando fruta a una joven negra y Bañistas negras, que guardan una estrecha relación temática y compositiva con los cuadros de la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza Tres lavanderas antillanas en un río y Dos mujeres antillanas viniendo del mercado.
Su pintura nos ofrece un abigarrado muestrario de tipos raciales, con hábitos, posición social, ropas y tocados diversos. Es éste un aspecto importante del interés de Brunias por la tipificación, susceptible de ser comparado con lo que en una fecha inmediatamente anterior hacía Miguel Cabrera en México con los cuadros en que trataba los mestizajes raciales. Un factor distintivo de estas pinturas de Brunias es la equilibrada relación entre esa diversidad de estamentos que reúnen sus cuadros. Es más, no es sino el énfasis que coloca en la equidad de lo humano entre la gente de diverso color y la atención por la verdadera fisonomía y consiguiente dignificación de los siervos y esclavos, lo que pudo llevar a Hamy a decir que en Brunias «los tipos de negros y negritud, atentamente observados por él, son reproducidos con una exactitud casi científica».
La valoración de Hamy es incierta, puesto que no hay individualización alguna de los personajes retratados, pero sí, una clara voluntad de establecer diferenciaciones tipológicas sin deformaciones, y, en consecuencia, una caracterización objetiva de las razas de color. Comoquiera que además el pintor hace uso de sus saberes como artista educado en el estudio de la tradición clasicista y representa frecuentemente sus personajes, no importa cuál sea su estamento, en posturas propias del lenguaje visual clásico, introduce una dignificación añadida en la figuración de los siervos. Esta idealizada pintura de costumbres coloniales se granjeó llamativamente prestigio como iconografía antiesclavista. El propio Hamy observó cómo las representaciones de gentes de color hechas por Brunias contaron con una importante estela en la propaganda en favor de la manumisión en la época revolucionaria.
El Cooper-Hewitt National Design Museum de Nueva York conserva cinco botones de una chaqueta del líder de la rebelión antiesclavista haitiana y gobernador de la colonia francesa bajo el régimen revolucionario entre 1796 y 1802, F. D. Toussaint Louverture, que procede mencionar. Los botones están decorados con pinturas en miniatura que reproducen cuadros de Brunias.
Maribel Alonso Perez
24 noviembre 2011
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