Continuando con los trabajos dedicados a mis pintores favoritos… Hoy tengo el gusto de presentaros a una gran pintora madrileña, se llama Isabel Guerra, la monja pintora. Hace tiempo supe de ella por reseñas de los periódicos y la publicación de algunas de sus obras en Internet.
Me llama mucho la atención su estilo hiperrealista, sus mensajes, su ternura, su sensibilidad, su paz, su atípica religiosidad, la composición que emplea, el escenario que elige, su técnica y su dominio del color y de la luz; al nivel de los grandes maestros, logrando en sus obras tal realismo que muchos cuadros parecen auténticas fotografías digitales. También es curioso el entorno donde pinta, la vida que lleva; alternando su vocación religiosa con su gran pasión por la pintura.
Como escritora Isabel Guerra también ha hecho sus pinitos publicando “El libro de la paz interior”, es un libro interesante para todos aquellos que quieren conocer un poco más de cerca las reflexiones y la vida interior y de esta gran artista. su gran maestría, su talento, su técnica –es autodidacta-, y el gran dominio que tiene para manejar la luz. También logra una atmósfera especial en algunos de sus temas para conseguir expresar en sus lienzos tantas emociones y sentimientos..., así qué me puesto a indagar en su obra.
Isabel Guerra, Nació en Madrid en 1947, procede de una familia culta y acomodada, actualmente vive en Zaragoza desde los 23 años que ingresó en el convento cisterciense del Monasterio de Santa Lucía de Zaragoza. Ha sido nombrada miembro de dos Reales Academias de Bellas Artes: Académica de Honor de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis y Académica Correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, comenzó a pintar a los 12 años emborronando cuartillas hasta que la regalaron una caja de óleos, a partir de ese momento comenzó su carrera como pintora. Ésta si fue una verdadera niña prodigio y lo ha demostrado con creces con sus primeros trabajos.
Según Isabel Guerra, sus vocaciones han corrido paralelas desde la adolescencia: fue una niña rebelde que quiso pintar y amar a Dios,. busca al pintar...
"la Belleza, la Luz, la Bondad, la Verdad y la Hermosura, con mayúsculas, de donde emana toda belleza entre nosotros. Cada cuadro tiene su propia historia, su vida, y en cada no pone todo su corazón".
“Era una niña rebelde que rechazaba a los maestros. Quería hacerme mi propia escuela. Y no estoy arrepentida”
“Mis lienzos buscan ser carta abierta a los hombres y mujeres de este tiempo, cuyas tumultuosas aguas forman imponente cascada que cae sobre el cauce estremecido del tercer milenio... ¡Ojalá pudieran ser carta dictada por el Sol que nace de lo alto! Una carta claramente iluminada por la Luz.
No creáis que la vida monástica la ha apartado de las preocupaciones terrenas, está convencida de que este mundo no puede gustarle a nadie, su obra contiene un mensaje de esperanza: “la belleza es posible, no todo está perdido”.
Francamente creo ver en Isabel Guerra una excepcional artista, no obstante el tiempo lo dirá; pero . modestamente -bajo el punto de vista de un aficionado que lleva vista mucha pintura-, pienso que sus cuadros entrarán en breve, en los grandes museos occidentales y que su obra perdurará en el tiempo.
Espero que esta extensa recopilación que he conseguido de su obra, sea de vuestro agrado.
Maribel Alonso Perez
8 mayo 2011
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